Domènec Espriu: “Hay que aumentar el gasto en investigación y sumar al mundo privado”
De visita en Chile para trabajar con el profesor Jorge Alfaro, el académico de la Universidad de Barcelona reflexiona sobre la necesidad de diversificar la economía nacional, el financiamiento a la ciencia y los desafíos educacionales de nuestro país.
"¡Llegué y Santiago estaba hecho un caos!", ríe Domènec Espriu al recordar el alboroto vial que se produjo hace unas semanas cuando se rompió una de las matrices de agua de la comuna de Providencia y que estaba en pleno desastre cuando él llegó a la capital para trabajar con el profesor del Instituto de Física, Jorge Alfaro. Hace ya varios años que trabajan juntos en ideas revolucionarias sobre la física teórica.
La última de estas ideas, cuenta, contemplaría que los agujeros negros que existen en el universo y que tienen propiedades que no se pueden entender -desde el punto de vista de la mecánica cuántica-, serían en realidad Condensados de Bose-Einstein, un estado de la materia que se da cuando ciertos elementos llegan a temperaturas cercanas al cero absoluto. "El agujero negro tiene muchos elementos que permitirían contemplar esa posibilidad: son estables, son eternos, confinantes, es decir cualquier cosa que entre en su interior se queda ahí, por tanto tiene toda una eternidad para termalizarse y alcanzar este estado cuántico que además está libre de pérdidas de coherencia y de influencias externas, lo que impide que se puedan construir en el laboratorio", explica Domènec Espriu, quien actualmente es académico del Instituto de Ciencias del Cosmos de la Universidad de Barcelona en España.
Desde su experiencia como profesor e investigador, Espriu habla también sobre el financiamiento a la ciencia en España. "Allá tenemos una agencia nacional de financiación que ha sufrido varios cambios, pero representa el grueso de los fondos que se asignan a investigación en ciencias. Junto con la agencia el aporte de la Comunidad Europea es muy importante. Ahora comenzó el programa Horizonte 2020 que con tres pilares (retos sociales, liderazgo industrial, y excelencia) entregará recursos para investigadores".
¿Cómo se resuelve en España lo de 'pocos recursos-muchas investigaciones'?
En España el 1,4% del PIB va a investigación. Pero ojo que no todo es subvención pública. Alrededor de la mitad es inversión del sector privado. La industria privada desarrolla investigación en distintas áreas como biotecnología, medicina, etc.
En los años fuertes de la crisis hubo recortes de un 30 a un 40% al financiamiento a la ciencia. Ahora que la crisis va remontando el financiamiento ha mejorado y tradicionalmente la convocatoria de la agencia a la que acceden los grupos de investigación es abierta para todas las disciplinas y es bastante parejo. Esta agencia tiene un presupuesto anual de 400 millones de euros, además de las opciones de financiamiento directo a institutos.
¿Cómo se refleja el aumento en la inversión en ciencia?
Es lento porque la inversión en investigación pasa, sobre todo, por el capítulo de formación. Hay que formar investigadores. Uno puede tener un plantel de investigadores sensacionales, les puede dar mucho dinero, pero no porque esos investigadores tengan dinero van a producir resultados. Lo importante es tener una labor continua de formación: crear nuevos investigadores competitivos, mejor preparados que los anteriores, formados en el extranjero, familiarizados con distintas técnicas y sobre todo que no se concentren en un solo lugar, que haya un flujo continuo de personal en todos los sentidos. Otro aspecto importante es la atracción de talento. Hay que ser capaz atraer personas de nivel de otros laboratorios, de otros países, para que desarrollen su actividad. Y eso funciona. Pero es una labor que requiere paciencia. Una inversión importante en ciencia difícilmente se van a ver dentro de un periodo presidencial y lo más probable sea otro político el que recoja los frutos, por eso tendría que ser una política de Estado, acordada entre los distintos actores políticos. En España el financiamiento de la investigación ha sido muy vulnerable a los cambios de la economía y ha costado preservar compromisos a largo plazo.
Hace poco se anunció la creación del Ministerio de Ciencia y Tecnología, ¿qué le parece?
Va en la dirección correcta, en el sentido de tener personas cuyo trabajo es pensar en cómo optimizar los recursos, pero creo que hay que aumentar forzosamente el gasto en investigación y sobre todo intentar que ese aumento sea en el sector privado.
En España, por ejemplo, existe un programa de doctorados industriales en el que los alumnos están haciendo su doctorado formalmente en una universidad pero están haciendo una labor de investigación en una empresa, pagados por el Estado a través de una beca. Para eso es necesario contar con empresas que tengan un núcleo de investigación, con capacidad tecnológica. Así, los doctorandos adquieren una formación que está muy relacionada con el tejido empresarial y al momento que se doctoran la empresa puede ofrecerles un contrato o bien, si tiene una capacidad emprendedora, pueden formar su empresa.
¿Cómo 'diversificar' el campo laboral de los físicos para dar más opciones que la vida académica?
En España es solo una pequeña parte la que trabaja en la academia, mucha gente se va a trabajar en cosas que no están relacionadas con la física pero que ocupan la formación que reciben en la universidad. Y para eso es necesario fomentar la transferencia de tecnología.
También existen físicos que trabajan en consultorías o asesorías para empresas. Eso lleva tiempo, requiere de un cierto nivel de desarrollo económico, un fomento del espíritu empresarial, en el sentido de aventura, de crear una empresa
¿Qué otras iniciativas ayudarían a potenciar la ciencia en Chile?
Hay un tema importante, en América Latina las fronteras entre países están demasiado marcadas. En Europa ha sido fundamental la facilidad de movilidad, eso ha permitido flujos de capital y de conocimiento. Eso genera avances. América Latina todavía está lejos de eso por razones históricas y políticas. En el caso de Chile y Argentina por ejemplo, ellos son un país más grande, tienen una comunidad científica mayor, y si bien han estado expuestos a muchos vaivenes políticos podría haber mucha más colaboración de la que hay en estos momentos.
También está la diversificación de la economía. ¿En qué se basa la de Chile? El cobre, la exportación de fruta y productos agrícolas. Son campos que no requieren una gran tecnología, la minería un poco más pero no deja de ser un campo de explotación intensivo de recursos naturales. Hay que diversificar y producir cosas con mayor valor añadido, etc.
¿Cómo ve la educación en Chile?
La universidad en Chile es cara, es un hecho. Hay becas, pero sigue siendo una barrera para gran parte de la sociedad que no ha tenido los recursos para asistir a un buen colegio. Chile es una sociedad poco igualitaria en el sentido de que hay una fracción de gente que tiene muchos recursos y hay una parte de la población que no tiene ninguno, la situación ha ido mejorando pero se necesita rebajar esas barreras un poco clasistas y hacer la educación pública más fuerte.
En Chile hubo, hace ya varios años, un cambio en el sistema universitario, florecieron las universidades privadas como hongos después de la lluvia. Universidades más chicas con poca o ninguna investigación, en especial en Física, con profesores que no tienen experiencia en investigación desde el punto de vista profesional, la saben en cuánto alumnos. Ese profesorado no es del mismo nivel que el de las universidades tradicionales. Por otro lado en las universidades tradicionales el profesorado se va haciendo mayor y no hay un recambio generacional fácil, la erupción de universidades privadas ha perjudicado la internacionalización de la ciencia en Chile. Dejarlo todo en manos del libre mercado tiene estas consecuencias. Quizás es momento de replantearse el sistema.