Académico del Instituto de Astrofísica UC es uno de los ganadores del premio SOCHIAS
Hernán Quintana, profesor emérito del Instituto de Astrofísica, fue galardonado durante la reunión anual de la Sociedad Chilena de Astronomía-en la que participan activamente los académicos del IA- que este año retomó la entrega de este reconocimiento.
Entre el 1 y el 4 de marzo Antofagasta, capital de la astronomía en Chile, fue el punto de encuentro para más de doscientos astrónomos que asistieron a la reunión anual de la Sociedad Chilena de Astronomía (SOCHIAS) que se realizó en la nortina ciudad.
Organizada por la Universidad de Antofagasta, la cita es la instancia más importante para los astrónomos nacionales e internacionales que trabajan en Chile y es la oportunidad para entregar el premio SOCHIAS al Desarrollo de la Astronomía 2016 que este año recayó en Hernán Quintana, profesor emérito del Instituto de Astrofísica (IA) de la UC y en Nikolaus Vogt, académico de la Universidad de Valparaíso.
Ambos científicos fueron reconocidos por sus extensas carreras dedicadas al desarrollo de la astronomía en Chile.
Motor de la astronomía en la UC
El Instituto de Astrofísica de la Universidad Católica cerró su 2015 con buenos números: 15 profesores, 46 investigadores de postdoctorado, 20 estudiantes de magíster y 20 de doctorado, y 193 papers publicados en revistas internacionales durante el año. Por sus aulas han pasado cientos de alumnos que hoy investigan en importantes centros científicos alrededor del mundo. Y el aporte de Hernán Quintana al nacimiento de este Instituto fue crucial.
Durante los años noventa, Quintana, quien entonces ya era un reconocido astrónomo que estudiaba los cúmulos de galaxias -especialmente el supercúmulo de Shapley-, fue de los motores que impulsó la creación del Departamento de Astronomía y Astrofísica en 1996, que comenzó con solo cuatro académicos, y de la Licenciatura en Astronomía en 1998.
Ese impulso fue seguido por varias otras universidades (Universidad de Concepción, Católica del Norte, La Serena, Valparaíso, Andrés Bello, Antofagasta, Diego Portales y Atacama) que potenciaron la disciplina astronómica en Chile, que hoy es uno de los puntales del desarrollo científico en el país.
Las huellas del trabajo de Hernán Quintana están, incluso, en los observatorios del norte. ALMA, el poderoso observatorio con sus más de sesenta radiotelescopios que se levanta en el desierto de Atacama se instaló en el llano de Chajnantor (a más de 5 mil metros de altura), gracias a una sugerencia del astrónomo que estuvo revisando los mapas durante varias semanas y recorriendo el desierto con colegas de Estados Unidos.
Hoy, Hernán Quintana es profesor emérito del Instituto de Astrofísica, miembro emérito de SOCHIAS, y su historia suma una larga estela de reconocimientos a los que se suma el entregado por la Sociedad Chilena de Astronomía.
Mirar el cielo desde Chile
Nikolaus Vogt es alemán, pero su carrera (y su vida) están íntimamente relacionadas con Chile. La primera vez que vino a nuestro país fue en 1970, para utilizar el telescopio de Bochum, parte del observatorio La Silla. En ese momento, Vogt ya era un doctorado apasionado por la astronomía, disciplina que lo fascinó desde los dieciséis años, cuando divisó el cometa Arend Roland en 1957.
El viaje de Vogt a Chile duró varios meses, luego volvió a Alemania y tres años después se instaló como astrónomo de planta en La Silla. Así era su vida entre ambos países; de idas y vueltas. En 1984 se sumó a un naciente grupo de astronomía de la Universidad Católica en el que ya estaba Hernán Quintana y en donde revitalizó el histórico observatorio Manuel Foster, ubicado en el cerro San Cristóbal.
Años más tarde se uniría a la Universidad Católica del Norte, y luego a la Universidad de Valparaíso, donde actualmente es profesor titular y es el promotor de ciclos de charlas y distintas actividades de divulgación.