ALMA explora el Campo Ultraprofundo de Hubble: Nuevas luces sobre la ‘Edad de Oro’ de la formación de galaxias
Equipos internacionales de astrónomos usaron el Atacama Large Millimeter/submillimeter Array (ALMA) para explorar la remota área del Universo plasmada por primera vez en la emblemática imagen del llamado Campo Ultraprofundo de Hubble (HUDF, en su sigla en inglés). Entre los investigadores se encuentra Franz Bauer, académico del IA.
Las nuevas observaciones de ALMA, considerablemente más profundas y detalladas que las observaciones realizadas anteriormente en longitudes de onda milimétricas, revelaron la abundante y hasta ahora desconocida distribución de gas incubador de estrellas en distintas épocas, y de esa forma aportaron nueva información sobre la "Edad de Oro" de los procesos de formación de galaxias, hace unos 10.000 millones de años.
Los investigadores, entre los cuales se encuentra el académico del IA, Franz Bauer, presentaron sus hallazgos en la conferencia Half a Decade of ALMA ('Media Década de ALMA'), celebrada en Palm Springs (California, EE.UU.). Los resultados de este estudio también han sido aceptados para ser publicados en siete artículos científicos en The Astrophysical Journal y uno en The Monthly Notices of the Royal Astronomical Society.
Al igual que en las pioneras observaciones de campo profundo realizadas con el telescopio espacial Hubble de la NASA y la ESA, los científicos usaron ALMA para escrutar un área aparentemente anodina del Cosmos en una llamada búsqueda ciega. Se trata de una observación en la que se explora una región al azar en vez de apuntar hacia un objeto determinado, como una galaxia o una nebulosa incubadora de estrellas.
"Realizamos la primera búsqueda totalmente ciega y tridimensional de gas frío en el Universo joven", señala Chris Carilli, astrónomo de Observatorio Radioastronómico Nacional de Estados Unidos (NRAO, en su sigla en inglés) en Socorro (Nuevo México, EE.UU.), quien forma parte de uno de los equipos de investigación. "Descubrimos una población de galaxias que no es evidente en ninguna otra observación de campo profundo".
A diferencia del telescopio Hubble, que estudia la luz visible e infrarroja emitida por objetos cósmicos luminosos como las estrellas y galaxias, ALMA capta la débil luz emitida en longitudes de onda milimétricas por nubes de polvo y gas de las que se alimentan las estrellas cuando se forman. La capacidad de ALMA para ver una porción totalmente diferente del espectro electromagnético permite a los astrónomos estudiar otros tipos de objetos astronómicos como las nubes incubadoras masivas y los discos protoplanetarios, así como objetos demasiado tenues para ser observados a la luz visible.
Para Jim Dunlop, autor que lideró otro de los equipos de investigación, "este es un resultado revolucionario. Por primera vez estamos usando con propiedad la sinergia de la luz visible y ultravioleta del Universo distante captada por Hubble junto a la visión milimétrica y del infrarrojo lejano captada por ALMA".
Las nuevas observaciones de ALMA se programaron específicamente para detectar galaxias ricas en monóxido de carbono (CO), una molécula característica de las áreas donde hay gas molecular abundante y que constituyen el entorno ideal para la formación de estrellas. Pese a dar nacimiento a estrellas y galaxias, estas nubes de gas molecular son invisibles para el telescopio Hubble. Solo ALMA puede revelar la "otra mitad" del proceso de formación y evolución de galaxias que allí ocurre.
Información y nota completa en almaobservatory.org