Astrónomos descubren galaxias de crecimiento rápido en las primeras etapas del universo
Este grupo de galaxias, observadas a menos de mil millones de años después del Big Bang, crea estrellas mucho más rápido que la Vía Láctea. En el equipo se encuentra Eduardo Bañados, astrónomo de la UC y que actualmente trabaja en la Carnegie Institution en Estados Unidos.
Fue una tremenda sorpresa para el equipo de científicos liderados por Roberto Decarli, del Instituto Max Planck, encontrar un nuevo tipo de galaxias. "Además de detectar las que estábamos buscando, encontramos otras galaxias muy cercanas y probablemente interactuando con los cuásares. Esto fue totalmente inesperado, estas galaxias son muy brillantes en ondas milimétricas y aún no las hemos detectado en imágenes con otras longitudes de onda", explica Eduardo Bañados, astrónomo UC y parte del equipo que realizó el descubrimiento.
El plan original, cuenta Bañados, era utilizar el telescopio ALMA para estudiar las galaxias en que viven en los cuásares más lejanos que se conocen, de cuando el universo -que actualmente tiene 13.800 millones de años- aún no tenía mil millones de años. "Ese proyecto está funcionando muy bien, detectamos la mayoría de estas galaxias y el análisis está aún en proceso".
Sin embargo, el descubrimiento podría resolver un misterio que hace tiempo da vueltas en la comunidad astronómica. "Se conocen algunas galaxias, de unos mil quinientos millones de años después del Big Bang, que son muy masivas y están en un grado de evolución tan alto que ya no forman estrellas. Lo que suponemos es que deben existir galaxias de cuando el universo era aún más joven que sirven de 'progenitoras' de las galaxias que observamos hoy. Las que descubrimos forman estrellas en grandes cantidades, incluso más que la Vía Láctea, y las ubicamos cuando el universo tenía menos de mil millones de años. Por lo tanto, estas galaxias podrían ser las progenitoras de las que mencionaba antes, y que nunca se habían observado", revela.
Lo que viene es caracterizar y entender con mayor claridad estas galaxias 'progenitoras'. Por ahora solo cuentan con la información en ondas milimétricas obtenidas con ALMA, pero que son invisibles en otras longitudes de onda, aunque ya les aprobaron varios programas para obtener imágenes más profundas de estos objetos con distintos telescopios.
Eduardo Bañados, quien actualmente trabaja en la Carnegie Institution de Washington, explica que lo importante es encontrar más de estas galaxias para poder entender cuán comunes son y si, efectivamente, su número coincide con el número de galaxias evolucionadas y pasivas que observamos quinientos millones de años más tarde. "Mi mayor interés es entender cómo las primeras estrellas, galaxias y agujeros negros del universo se formaron y cómo evolucionan a través del tiempo. Los procesos que dieron lugar a estas primeras estructuras tienen directa repercusión en el universo que vivimos hoy en día", finaliza.
*Imagen: Instituto Max Planck