11 Diciembre 2019
Dónde: Museo sin Muros
Sala de Arte Mall Plaza Vespucio
Comuna de la Florida, Santiago
Cuándo: Sábado 14 diciembre 2019
a las 17 horas hasta enero de 2020
Artistas y científicos UC participantes:
Gloria Arancibia, Mónica Bengoa, Danilo Espinoza, Ricardo Fuentealba-Fabio, Samuel Hevia, Javier Recio, César Sáez, Felipe Veloso e Iván Zambrano.
Agradecimientos especiales a distintos profesiones UC que aportaron al :
Pedro Álvarez, Domingo Bindis, Camila Valenzuela von Appen, José Antonio García, Esteban Cathalifaud, Rodrigo Gomila, Felipe Matamala,Felipe Traipe, Emilio Schiesser, Leonardo Rodríguez Cordova, Milenko Vescovi, Constanza Franulic, Belén Becerra y Marcela Valle.
NANO/ÓPTICA, ESCALA DE UNA REALIDAD Corresponde al proyecto que logró reunir dos mundos, que en apariencia, tienen distancias: ciencia y arte. Esta mirada se centra en la posibilidad de proponer avances, a partir de relaciones metódicas entre la Escuela de Arte UC y el Centro de Investigación en Nanotecnología y Materiales Avanzados (CIEN-UC) dependiente de las facultades de Física, Química e Ingeniería. Esencialmente, académicos artistas se vincularon a académicos investigadores del Centro CIEN para constituir una relación, que desde su articulación dialógica los llevó a resultados que visibilizan la mirada de la nanotecnología y la visualidad artística contemporánea.
Nano / Óptica: una escala de una realidad es el producto de una exploración de procesos teóricos, pedagógicos y prácticos que generó de una serie de obras artísticas desde perspectivas de cruce, basado en una articulación dialógica sin principios de subordinación entre los participantes.
De esta forma se pudo metaforizar los avances científicos en nanotecnología tomando en cuenta la comparación de sistemas –procesos– de pensamiento semejante sobre la imaginación en ciencia y arte. Para lo anterior, se generaron una serie de encuentros periódicos, entre los académicos participantes, a modo de laboratorio de ideas, desde donde se pudo imaginar las obras visuales de carácter interdisciplinar. De este trabajo, de casi tres años, se pudo ampliar la discusión sobre autoría, en los resultados de los pares de trabajo, en la relación académico/artista y académico/investigador.
Una necesidad vital en investigación científica y artística indisoluble
La respuesta correcta no es lo importante, el proceso es el que genera. Así, la investigación interdisciplinaria establece sus bases. Es difícil anticipar, garantizar e incluso tranquilizar la conciencia para que lo sentimental se organice a la hora de cuestionar una noción de mundo que se debe a los avances. Las preguntas correctas, para la generación de respuestas, nacen desde la percepción de las ideas del otro y éstas se vinculan a las propias en cooperación. Desde estas ideas iniciales, las estructuras que pertenecen a disciplinas que se interconectan pueden reconocerse como hermanas. No existe así, dependencia de una sobre la otra; es decir, ni la ciencia ni el arte subordinaría a la otra en este proyecto. En sintesis, es pensar en equilibrio de aprendizaje para vislumbrar una experiencia académica sobre el conocimiento, un encuentro que no va en busca del espectáculo que se podría irradiar a partir de las palabras tecnología y arte.
Algunos antecedentes históricos
La curiosidad, la experimentación llevan al aprendizaje, así nace el conocimiento. Este ejercicio continuo que nos enfrenta al otro, al distinto, incluso a esa idea que Víctor Segalen, en el siglo XIX, definió como exótico y que abre la puerta para comprender porque competimos con el referente, con ese ser humano que avanza en otra aparente dirección, que no es más que la posibilidad de perder el respeto a nuestra propia percepción de las nuevas respuestas para nuestro contexto. En ese sentido, un proyecto interdisciplinar, como el que se presenta, no intenta buscar la respuesta correcta, no es por anticipado, una única manera en que una red de académicos se vincula. Creemos que las preguntas correctas, a modo de problemas para una investigación, están en una cognición de generación de respuestas, que nace de la percepción de las ideas previas y éstas se desarrollan en cuanto a la oportunidad para participar en el proceso que debiera diseñar objetos que den testimonio de los aportes de la Ciencia. Así, por ejemplo, la Nanociencia, que es la ciencia que se realiza en torno a fenómenos y/o materiales en la escala del nanómetro, generalmente en materiales con dimensiones menores a 100 nm. La nanotecnología es la nanociencia aplicada, esto es desarrollo de dispositivos, o soluciones tecnológicas basadas en la utilización controlada de nanomateriales que, para este proyecto se enfrenta, coordinadamente, a los recursos del arte que, como lo sostenía Gustavo Adolfo Becker, están relacionados con el alma que puede hablar con los ojos y que, también puede besar con la mirada. Entonces, aquello que a las dos actividades del conocimiento humano le resultan comunes, en esa intersección sobre lo que se ve y el tamaño de lo que se mira, colaboraría para metaforizar los avances científicos en nanotecnología tomando en cuenta la comparación de sistemas de pensamiento semejante sobre la imaginación en ciencia y arte.
Cuando se piensa en lo infinito de lo que no se ve del Arte, casi siempre se siente la cercanía a la fortaleza de la poesía de lo escurridizo. Las referencias aquí presentadas, desde la poética, sólo hacen referencia a lo inexacto, incomprobable, incontenible e irrepetible de las ideas que pudieran surgir de aquello que llamamos Arte, incluso cuando pensamos en la desaparición de los limites de las disciplinas de las Bellas Artes, de las fronteras que alguna vez alguien quiso darles. Pensar en pintura, escultura y dibujo como contenedoras de la interacción de los fenómenos de la forma y el espacio, para nuestra vista, fue el principio y porque no decirlo, la estructura general de todas ideas que incluso podrán alejarse tanto, que, si nos referimos a una idea de lo que nunca vemos, podríamos estar muy cerca de la esencia de lo buscado.
Cuando nos invitaron a desarrollar maneras de vincularnos con los avances en ciencia y nanotecnología se nos ocurrió que debía avanzar desde dos nociones: A. Una articulación dialógica entre ideas sobre ciencia y arte. B. Sin subordinación entre las ideas de los académicos participantes. Ambas premisas, a pesar de los prejuicios comunes son en la actualidad la médula de lo contemporáneo en investigación y fundamentalmente, cuando nos referimos a esta última palabra, lo hacemos aceptando que la distancia no existe.
Lo exacto y repetible, aquello que muchas veces se ve como el adjetivo de los resultados de la ciencia, se enfrenta al arte, como el espacio de las verdades; bajo esta noción las explicaciones que se dan sobre la importancia del fenómeno artístico se han comprendido como el contexto de las emociones, como si las propiedades de ambos fueran opuestas. Estos prejuicios son generalizados y nuestras áreas de investigación casi se mantienen alejadas; es por ello, que el punto común siempre es la conciencia de que se puede tener diversas maneras de comprender el mundo a través de las materialidades propias de cada cual.
Cuando Picasso se refería a la creación lo primero que pensaba era en destrucción, entonces cuando se piensa en emergente, en nuevos resultados, los artistas sostienen que su aprendizaje será el resultado de intercambios de preguntas para hablar de ellas. Por lo anterior, por ejemplo, los soportes encontrados para el arte, muchas veces son parte de la investigación porque contienen respuestas de avances de otros pensamientos, incluso si le otorgamos la independencia a los objetivos centrales; entonces, como nuevo modelo, el arte plantea su independencia, sus intentos por mantenerse autónomo, fuera del control para repetir sus efectos. Es tan el breve efecto que parece visualizarse como el espectáculo que no se repite. Los encuentros de este tipo no son una novedad, los más conocidos nacen en el Renacimiento italiano. El clásico paradigma de la perspectiva, por ejemplo, armó el campo visual de las representaciones, que sin un método científico para la mirada no hubiésemos accedido a la inmensa riqueza de esta tradición de encuentros. Sin ir tan lejos en el tiempo, es famoso el aporte de Ives Klein, artista francés, del siglo pasado, sostenía el azul es lo invisible hecho visible…No tiene dimensiones. El azul está más allá de las dimensiones de las que participan los demás colores. Esta peculiar idea lo llevó a trabajar con la tecnología para inventar un color que lleva su nombre en la década del ´50: “Klein anhelaba hallar la forma de preservar la intensidad del color puro y así poner todo su potencial en función de la emoción del espectador. Recabó ayuda de Éduard Adam, un fabricante parisino de reactivos químicos y vendedor de materiales artísticos… Klein encontró la solución en 1955: una resina fijadora llamada Rhodopas M6oA, fabricada por la compañía química Rhône-Poulenc, que se podía aclarar mezclándola con etanol y acetato de etilo” (Philip Ball, 2012).
Finalmente, podemos esperar que las novedades aparecerán porque la intuición de todos los académicos está educada; intuición sin arbitrariedades, con constancia y con realidad para los efectos.
Cien UC
El Centro de Investigación en Nanotecnología y Materiales Avanzados, CIEN-UC, de la Pontificia Universidad Católica de Chile realiza investigación científica de alto nivel orientada a la aplicación tecnológica. Este desafío se enfrenta de manera interdisciplinaria a través de la colaboración estrecha y transversal entre investigadores de diferentes facultades dentro de la universidad. El centro fue establecido en 2012 y reúne a investigadores de las Facultades de Física, Química e Ingeniería quienes se enfocan en desarrollar tres ejes estratégicos: creación de nuevo conocimiento, desarrollar investigación aplicada y formación de capital humano avanzadoCIEN-UC, gracias a fondos concursables se ha convertido en un centro de referencia nacional para la caracterización avanzada de materiales en técnicas tales como FE-SEM , Raman acoplado a AFM y XPS por nombrar algunas. El CIEN-UC ha logrado además obtener fondos para investigación desde distintas agencias nacionales e internacionales, como Fondequip, Fondef, Fondecyt, Iniciativa Científica Milenio y la AFOSR, vinculandose también con el sector privado.
Investigación y obras realizadas con el aporte de la Dirección de Artes y Cultura, Vicerrectoría de Investigación de la Pontificia Universidad Católica de Chile.