"El primer paso para revertir la baja participación de mujeres en ciencia es reconocer que el problema existe"
Manuela Vecchi, profesora de la Universidad de Sao Paulo, en Brasil, estuvo de visita en el Instituto de Astrofísica para conversar con académicos sobre proyectos conjuntos y aprovechó la ocasión para dar una charla sobre mujeres en la ciencia.
Durante una semana la astrofísica italiana Manuela Vecchi, parte del Instituto de Física de la Universidad de Sao Paulo, estuvo de visita en Chile para conversar sobre sus investigaciones. "Recibí una invitación del profesor Andreas Reisenegger y de Germán Gómez, a quienes conozco hace algunos años, para que hablara sobre mi área de investigación: rayos cósmicos. Además, trabajamos junto con el equipo de Chile en el proyecto CTA (Cherenkov Telescope Array)", cuenta.
Sus actividades en el Instituto de Astrofísica UC comenzaron con el coloquio: What have learned after 6 years in space? Challenges in cosmic ray physics in view of the latest AMS-02 results, en donde habló sobre los resultados del experimento AMS-02, un minicurso de tres días sobre la física de los rayos cósmicos y una charla para estudiantes. Esta última actividad estuvo enfocada en otro tema que le interesa: la baja participación de las mujeres en ciencia. "Andreas me puso en contacto con los estudiantes y ellos me pidieron que hablara sobre eso, algo que me interesa mucho. He organizado eventos en Brasil para revertir esta situación. Uno de los proyectos en los que participé consistía en difundir personajes femeninos destacados en las ciencias, especialmente en la astronomía y la astrofísica, para mostrar modelos positivos y así evitar que, por ejemplo, una chica en el colegio piense en estudiar ciencias, pero no tenga modelos a seguir o piense que no es algo para ella".
¿Cómo se podría revertir esta situación?
Se pueden hacer muchas cosas, aunque claro se demoran un tiempo en generar un cambio. Pero el primer paso es reconocer que el problema existe, crear conciencia sobre este problema. Si la gente no se pone de acuerdo en afirmar que esto sí es un problema va a ser difícil resolverlo. Las universidades deberían tener una oficina a la que las alumnas puedan dirigirse cuando se sientan discriminadas, la idea es que se sientan apoyadas. Cambiar la forma de pensar toma años, pero tener los ojos y la mente más abierta es una forma de respaldar las decisiones de las alumnas que se animan a seguir una carrera en las ciencias.